Ir a la perrera siempre es duro pero ver a este chiquitín llorando y suplicando que nos lo lleváramos con nosotras nos ha roto en mil pedazos.
Sus cortas patitas apenas le alcanzaban para llegar a los barrotes, metía su hociquito entre las rejas pidiendo ayuda. Este angelito, es muy bueno y cariñoso y lo está pasando realmente mal 😓.Hazle un hueco en tu vida,no te arrepentirás.