¡ADOPTADOS!
Este es un caso que nos rompe el alma: Nolo y Tuxo llegaron a la perrera después de que su humano falleciera. La vida se ha portado muy mal con ellos, primero se quedan sin su familia y sin entender nada y sin culpa ninguna, los condenan a vivir en una fría jaula de la perrera. Son dos abuelitos que están desubicados, pasando frío, miedo y cada día más deprimidos. Tuxo tiene 10 años y pesa 25 kilos; Nolo tiene nueve años y pesa 10 kilos. Ambos están castrados. El que peor lo lleva es Nolo, que no sale de su esquina: vive aterrorizado. Están en una perrera, donde morirán solos si nos los hacemos visibles. Es muy injusto que acaben sus días rodeados de tristeza, amargura y pena.
¡Les hemos prometido sacarlos y buscarles una VIDA de verdad!
