Rubius lleva cuatro años en una residencia. CUATRO. No conoce el calor de un hogar, no sabe lo que significa tener familia. Es uno de nuestros veteranos, con una historia muy triste, y aunque muchos ya lo conocéis como uno de los Francesitos, os resumimos lo que ha sido su vida hasta ahora:
Él y sus cinco hermanos nacieron en el monte. Nos hicimos cargo de ellos en Arume cuando tenían unos tres meses; venían aterrados y sin saber qué era el contacto humano. Tres tuvieron suerte y encontraron hogar en A Coruña. Para los otros tres, tras meses buscándoles hogar sin éxito, nos ofreció ayuda una asociación que ya conocíamos, en la frontera con Francia, y allá nos fuimos a llevarlos. Nos pareció una oportunidad maravillosa para ellos, el sitio era ideal y las compis se comprometieron a trabajar sus traumas y ofrecerles acogida indefinida hasta encontrarles hogar definitivo. Por desgracia, no salió bien, y nos los trajimos de vuelta para Galicia ya siendo adultos. Sus miedos seguían ahí, y estábamos desesperadas. Recorrieron varias acogidas y residencias caninas, los llevamos a varios educadores caninos…. hasta que dos de ellos se fueron con dos asociaciones que los acogieron indefinidamente, y donde siguen estupendamente, tranquilos, y felices… pero Rubius se quedó en una residencia, donde vive desde hace cuatro años.
¿No os parece ya demasiado tiempo? ¡Es muy injusto que siga sin encontrar la oportunidad que se merece!
Es un perro de talla mediana y muy especial. Necesita espacio y trabajar sus miedos. Sería ideal habilitarle un espacio seguro y tranquilo donde pueda estar con más perros.
Sabemos que es un caso especial y complicado. Pero no imposible. Rubius es un diamante en bruto que necesita ser pulido. Un ser maravilloso que se merece tener una VIDA plena. Si algún particular puede echar una patita con su caso, que nos contacte. Algo viable y estable, por favor. Si alguna asociación pudiera ayudar, sería maravilloso!