La historia de Vera, Molly y Leia (ya adoptada) es realmente triste y dura: llegaron a la perrera con muchos más perros, entre ellos varios cachorros, fruto de la irresponsabilidad humana: se le retiraron a una persona que acumulaba perros sin ningún tipo de cuidado, una especie de síndrome de Noé. Ellas tres eran las mamis de todos los cachorros, que ya están adoptados, y llegaron desnutridas, parasitadas y aterradas, aunque poco a poco empezaron a coger confianza y mostrar su verdadero carácter, todo bondad y dulzura. Son jóvenes, entre 1 y 2 años, y de tamaño mediano: 12/15 kilos. ¡Necesitan salir de la perrera cuanto antes, se merecen saber lo que es VIVIR de verdad!